La dureza de una piedra determina qué discos y abrasivos deben usarse para tallarlas. Una amatista y un rubí requieren abrasivos diferentes, aunque el proceso sea similar. En la talla tradicional del diamante, tanto los discos como los insumos son distintos respecto a las demás gemas.
Una de las preguntas más frecuentes que recibo es acerca de cuáles son los discos y los insumos que utilizo para desbastar y para brillar las piedras. En este caso te hablaré de los que yo empleo.
“El agua es clave desde el desbaste hasta el brillo. Ayúdate con un sistema de goteo. Para ser sostenible, puedes ir reciclando el agua durante todo el proceso de lapidación”
Debes tener presente que debido a su mayor dureza, los corindones (rubíes y zafiros) deben trabajarse en condiciones diferentes a las demás piedras. Y cabe resaltar que lo siguiente NO aplica para la talla tradicional de los diamantes, puesto que tanto la herramienta, así como los insumos y el proceso, son completamente diferentes respecto a todas las demás gemas.
Según la etapa del proceso de lapidación, te sugiero utilizar lo siguiente:
Desbaste: Todas las piedras, incluyendo corindones (excepción: diamantes): lámina de disco diamantado con granulación 360 y agua.
Facetado: Todas las piedras, incluyendo corindones (excepción: diamantes): lámina de disco diamantado con granulación 800 y agua.
Brillo: Todas las piedras, excepto corindones y diamantes: disco de Estaño. Abrasivo: Óxido de Cerio o Diamantina, diluido en agua.
Corindones: disco de Estaño. Abrasivo: Polvo de diamante con granulación de 100.000 micrones, diluido en agua.
¿Y el Disco de Felpa? Lo utilizo exclusivamente para brillar cabujones, junto con la Diamantina o el Óxido de Cerio diluidos en agua.
Como puedes notar, el agua es esencial a lo largo del proceso. Procura siempre mantener humedecidos los discos con ayuda de un gotero. Los cepillos de dientes suelen ser muy útiles en el momento de aplicar los abrasivos en los discos durante el brillo.